
La lectura de libros cuando estas viajando es muy apetecible. Al tener tiempo y un estado emocional relajado el contenido de los libros entran con más fluidez y armonía. Hoy quiero empezar el post citando pequeños diálogos del libro que me estoy leyendo ahora: Siddhartha de Hermann Hesse. Es un libro que siempre quise leer. Ahora no me encuentro de viaje, pero me lo voy leyendo en ratitos que tengo de calma e inspiración.
¿Qué sabes hacer?
– Sé meditar. Sé esperar. Sé ayunar.
– Nada más.
[..]
– Has tenido suerte –le dijo Kamala al despedirse-, todas las puertas se abren a tu paso. ¿Por qué será? ¿No tendrás algún hechizo?
Siddhartha replicó:
– Ayer te dije que sabía pensar, esperar y ayunar, pero en tu opinión aquello no servía para nada. Sin embargo, sirve para mucho, Kamala, ya lo verás.
[…]
-¿Y de qué te sirve? El ayuno, por ejemplo, ¿para qué es útil?
-Es muy útil, señor. Cuando un hombre no tiene qué comer, lo más inteligente será que ayune. Si, por ejemplo, Siddhartha no hubiera aprendido a ayunar, ahora tendría que aceptar cualquier empleo, en tu casa o en otra parte, pues el hambre lo impulsaría a ello. Pero al ser como es, Siddhartha puede esperar tranquilamente, pues desconoce la impaciencia y la necesidad; puede aguantar el asedio del hambre largo tiempo, y encima reírse de él. Para eso, señor, sirve el ayuno.

A lo largo de nuestras vidas tenemos crisis. Crisis a causa de la edad, de cambios, de hechos inesperados que aparecen en nuestras vidas, etc. En el momento que estamos viviendo las crisis lo pasamos mal, pero si decidimos observarla, entenderla y superarla podemos ver como se desvanece y lo que era crisis ahora es conocimiento y evolución. Siddhartha era un príncipe. Lo tenía todo. Era querido, cuidado, rico, guapo, inteligente… pero a raíz de una “crisis” que tiene, decide abandonar su palacio y descubrir el mundo. Si Siddhartha no hubiera escuchado y observado su crisis, nunca hubiera llegado a la iluminación.
En el diálogo, Siddhartha nos recuerda la sencillez de la vida. Meditar, esperar y ayunar son tres grandes valores que muchas veces ni nos hemos parado a reflexionar. ¡Esperar! Palabra un poco fuera de lugar en nuestra sociedad del “clic” y del “instante”. ¡Ayunar! no tiene ningún sentido, nos sobra alimento en nuestras dietas, a no ser que quieras adelgazar… Meditar, de las tres, quizás sea la más practicada. Como todo, creo que depende del enfoque que le demos a las palabras y a los conceptos. Hoy en día, los valores que domina Siddhartha, no tienen un valor muy positivo y ocupan un lugar minúsculo en nuestro día a día. Pero para los viajeros son tips que nos son muy familiares. Cuando estas viajando por ejemplo por Asia, aprender a esperar es una gran virtud. 100 Km. pueden llegar a convertirse en 8h de bus ( si no hay ninguna avería). Puede ser que te encuentres en algún sitio donde todo sea picante (y a ti no te guste el picante) y decides ayunar lo que haga falta. Puedes meditar por años y nadie te va a molestar. Viajar ya sea mediante libros o mediante tus pies, nos abre la mente y nos puede mostrar pequeñas señales de luz en nuestro camino. Quizás no te suene muy motivador meditar, esperar o ayunar…si así es: ¡Viaja! y a ver que pasa… 😉

Un gran libro y has seleccionado mi pasaje favorito del mismo. 🙂
Gracias